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| Convocatoria |
Leve mejoría en el juego pero seguimos adoleciendo de los mismos errores de siempre.
Comenzaba el partido con dominio taronja y pronto Javier tendría la primera ocasión del partido en un balón dividido entre defensa y portero en el que el 7 consigue rematar a puerta con la zurda pero es desviado por el guardameta a córner.
Poco a poco el Don Bosco se fue desperezando y consiguiendo llegar con peligro a nuestra portería. Fruto de ello fueron varias ocasiones claras desaprovechadas por sus delanteros incluyendo dos largueros y una salvada bajo palos, además de varios paradones de Julián. Nosotros a estas alturas ya habíamos empezado a recular y a retrasar líneas, siendo Javier una isla en ataque que además tenía que bajar a buscar balones.
Aún con todo aguantábamos el resultado cuando llegó la jugada clave que marcó el devenir de lo que acabó siendo el partido: otro malisimo arbitraje (y van...). La jugada en sí fue tan absurda como clara. Un defensa local intenta despejar de espaldas dentro de su área un balón, al que llegaba Javier claramente de frente, con tan mala fortuna que se golpea en su misma mano la cual tenía separada del cuerpo. Absurda sí, mala suerte sí, pero penalty claro porque además evitaba una jugada de gol.
El caso es que no la pitó y cuando parecía que llegábamos al descanso con el 0-0, en el descuento, nos marcan el 1-0 en el enésimo error de marcajes dentro del área en jugada a balón parado.
Comenzaba el segundo tiempo y en una de las primeras jugadas Javier es objeto de falta en el vértice del área. La falta la ejecuta Lauren magistralmente por encima de la barrera y consigue el 1-1. Pero como siempre no nos podía durar mucho la ilusión y a los 5 minutos de este gol se volvían a poner por delante con el 2-1.
El partido estaba emocionante y a los 4 minutos de nuevo desarrollo idéntico al de nuestro primer gol: falta a Javier en el borde del área y la ejecuta de nuevo Lauren, sólo que en esta ocasión un defensa de la barrera salta con los brazos extendidos desviando el balón. Esta vez el árbitro sí que pita el penalty que transforma el propio Lauren de fuerte disparo. 2-2 y a seguir peleando.
Y en el minuto 57 llega la puntilla arbitral. Concede un penalty al Don Bosco que sólo vé él. Tal sería la indignación ante la injusticia que Carlos Ruiz, que estaba calentando en ese fondo, acaba expulsado por doble tarjeta ante unas protestas que sólo hacían expresar lo que todos vimos. Jaime nada pudo hacer para detenerlo ante el buen lanzamiento del delantero rival y 3-2 en el marcador.
La puntilla llegaba 3 minutos más tarde con el 4-2 y 5 min. más tarde el árbitro acabó de hundirnos cualquier atisbo de remontada expulsando a Llorens por doble amarilla. No habíamos dado ni una mala patada en todo el partido y teníamos dos jugadores expulsados...
Los últimos 15 min. son para borrar de la imagen que tiene que dar un partido de fútbol con tanganas en la grada, en un partido resuelto y con un bochornoso espectáculo, dentro del campo por el árbitro y fuera por parte de algún energúmeno que por supuesto no representa a una habitualmente siempre correcta y educada afición del Don Bosco.
Destacar que tanto jugadores como técnicos de ambos clubes estuvieron totalmente correctos y que no provocaron nada de lo allí acontecido y se dedicaron a intentar ganar un partido de fútbol. El Don Bosco fue justo vencedor a tenor de las ocasiones claras creadas y sólo cabe aplaudirles por ello. Por todo ello se hace más sangrante que no se pudiera disfrutar de un emocionante partido por culpa de árbitros que parece disfrutar complicándose la vida y queriendo ser protagonistas.
Por nuestra parte hay que mejorar mucho si queremos ganar la semana que viene al Ciutat de Valencia, partido crucial en nuestro objetivo de permanencia.
1,2,3 Planter!!
